martes, 6 de diciembre de 2011
Asfixiada
Ahí está. El dúo de moda. La pareja del momento. Merkozy y Sarkomer. El eje de la gloria mercantil. Pero, fíjense en el detalle de las banderas. Habla por sí solo. La pobre bandera de la Unión Europea ha quedado completamente asfixiada por los "blasones" alemán y francés. Solo asoman dos estrellas y pico. Imagino que el pico pertenece a la Italia de Monti, porque no creo que sea la de la España del señor-que-no-tiene-nada-que-decir. Los superhéroes del euro están a punto de cumplir su ambiciosa misión...
sábado, 12 de noviembre de 2011
EL ORUE
- … vamos por donde están los pájaros del Manzanares que, por cierto, en escabeche quedan riquísimos.
- ¿Ah sí?
- Oye, pásame tu ubicación.
- Pero si estoy aquí a tu lado.
- Es para saber las coordenadas exactas. Es que no te veo.
- Creo que tus gafas no llevan cristales.
- ¡Ah! Debe ser eso entonces.
- Venía pensando entre pájaro y pájaro que Euro al revés se lee Orue.
- ‘Esaa es unaa visión sesgaadaa de laa reaalidaad’.
- Bueno, solo es mirar la palabra desde el Este: Orue.
- Oure, Orue, Orue… ¡Suena como un mantra satánico!
- Sí, díselo a los griegos...
- Los griegos... Por lo visto piden préstamos para pagar los intereses de anteriores préstamos a los mismos prestamistas que les suben los intereses para que pidan más préstamos...
- Tiene lógica.
- Sí, desde luego como ciencia formal puede tener cierta inferencia válida en la realidad económica.
- ¿Y no se quejan los griegos?
- Creo que allí sí pero aquí no.
- ¿A qué te refieres?
- Aquí no se ve el caos porque dicen que en la nóinU aeporuE todo se contagia...
- Entiendo...
- Bueno, nos vemos allí.
- ¿Allí dónde? Google Maps dice que estoy aquí. Si no me ves es porque tus gafas no llevan cristales, ¿recuerdas?
- Sí, cierto.
- Perdona, ¿podrías quemar ese corcho de la Boeuf de ClickOh y pintarme un bigote?
- Si, claro, cómo no.
- Es que tengo que ir a hablar con el Sr. Bòthellin para pedirle uno de esos préstamos.
- ...
- Había pensado que con el bigote al menos se reirán por ALGO.
- ¡Jajajajajaja qué gracioso! ¡Por A-L-G-O! Alimañas y Liendres Galopando por Occidente, te refieres a eso, ¿no?
- Sí, claro, pero no tiene gracia.
- Pues, nada, nos vemos pronto.
- Pero si estamos aquí juntos.
- Ah, sí, me había olvidado actualizar mi ubicación.
- ¿Has visto?, el PP ha ganado con mayoría absoluta.
- Pero si todavía no han sido las elecciones.
- Han obtenido 194 escaños. Lo he visto publicado.
- Eso son los sondeos de opinión.
- ¿Y quién ha opinado? A mi nunca me preguntan…
- La Opinión Pública.
- ¿Tú alguna vez has visto a la Opinión Pública?
- Una vez la vi de refilón en la puerta del ReCorte Inglés.
- Me encantaría tomarme un café con ella.
- Estaría bien, sí.
- ¿Y por qué no se ahorran las elecciones como en otros países y hacen una media con los resultados de todos los sondeos de opinión? Sería más barato y ya puestos a recortar…
- Parece ser que sin elecciones no hay democracia.
- Y con ellas tampoco.
- ¿Con quién?
- Con elecciones.
- ¡Ah!
- Al fin y al cabo da igual, vivimos en una dictacracia bipartidista cíclica.
- ¿Dictacracia bipartidista cíclica? Yo creo que más bien es una demodura unicéfala.
- Tal vez tengas razón. No lo había pensado de esta forma...
- ¿Los mercados pueden votar?
- Creo que no. Lo que estaría bien es que al menos se presentasen a las elecciones.
- Ya…
- Oye, ¿me das un beso?
- Como mucho te puedo mandar un emoticono.
- Vale, genial!
- Oye, ¿Dios habla?
- No, solo teclea. Nos hizo a su imagen y semejanza.
- ¿Tendrá Twitter?
- Dios no sé pero la Iglesia seguro.
- Vaya...
- Bueno, nos vemos pronto.
- OK, ciao.
viernes, 11 de marzo de 2011
Del miedo
Por Sergio Aguilar
Este miedo es un miedo sencillo,
miedo blanco. Estando junto a ti,
cuando todo es bello en su quietud,
temo que se detengan nuestros pasos,
o que nos abisme de nuevo
en ese horror sencillo
el sólo pensamiento
de que no hay ya futuro ni justicia.
Y si al quedar unidos
en nuestros ojos nada un silencio,
empapados, jadeantes, ciegos blancos,
mil miedos gritarán gozosos
como sortilegio contra la muerte.
También de esa materia están hechas las faltas.
Este miedo es un miedo que teme
perder tanta belleza,
tan prístina y oscura
que ya no se descifra con palabras.
Cada palabra nos deja su surco,
su marca en los cuerpos que hablan por ella.
Es un miedo, al fin, tan sencillo
como la oscilación de un balancín
que se llora cuando se aleja
y que en su huida inicia su regreso.
Y si no hay objeto, no hagamos nada.
Esperemos tan sólo poca cosa
de cada gesto, palabra y silencio.
Y temamos tan sólo, sencillamente,
a dejar de creer en esta maravilla.
jueves, 10 de febrero de 2011
EL TAMAÑO SÍ IMPORTA
Su sonrisa húmeda destilaba la intensidad de otros labios rendidos. Los arrítmicos y enloquecidos latidos se oían desde el otro lado de la cama. Todo su ser se tambaleaba mientras su pecho crujía en la oscuridad. Y, sí, definitivamente le brillaban los ojos. Sin embargo, aquella noche, tras llegar a casa, lo primero que hizo fue sacar metódicamente la escuadra y el cartabón que guardaba en el tercer cajón de su escritorio. Y comprobó que, a pesar de todo, su corazón apenas se había ensanchado cuatro milímetros. Esta vez tampoco alcanzaba los 6,23 centímetros reglamentarios para poder considerar a aquello amor.
lunes, 17 de enero de 2011
INDECISIONES
POR SERGIO AGUILAR
Ya habían decidido quién se quedaría cada cosa: cada libro, cada disco, cada DVD, cada electrodoméstico, cada mueble..., excepto la cama y el sofá. Sobre eso aún no habían llegado a un acuerdo, no se decidían. Ambos querían, o así lo decían, quedarse con el sofá de terciopelo. A ella, en cierto modo, le parecía que tras cinco años juntos, quedarse con la cama le traería demasiados recuerdos. A él, por su parte, no le entusiasmaba aquella cama de aristas rectas y afiladas, aunque nunca se lo había dicho. Para él, el sofá era, así se lo dijo, el lugar donde más había disfrutado haciendo el amor con ella, y no le suponía ningún problema que le trajera recuerdos, ya que en todo caso eran buenos recuerdos.
Lo que estaba claro, y en eso coincidieron los dos, es que al parecer a ambos les asustaban los malos recuerdos. Y así fueron conversando esa tarde durante largo rato. Abrieron una botella de vino y fueron hablando y bebiendo hasta que, sentados en el sofá, comenzaron a decirse cosas amables, casi dulces, a besarse y acariciarse con una ternura que ya creían perdida. Luego comenzaron a hacer el amor allí mismo, y poco después ella se levantó apresuradamente y, entre risas, se fue al dormitorio, adonde él la siguió enseguida, encontrándola sobre la cama en una postura tan familiar en ella que le trajo un montón de recuerdos, de buenos recuerdos.
Meses después aún seguían sin decidirse, y años después también. Pero algo había cambiado.
domingo, 5 de diciembre de 2010
PROFESIÓN: CONTROLADOR DE VIDAS
No he escrito antes porque estaba peleándome en el aeropuerto para ir a ver a mi hermano a Londres. ¿Hermano? Pero si yo no tengo hermanos. ¿Londres? Pero si en Londres está nevando y hace mucho frío. Menos mal que al final los controladores aéreos –sintiéndose cerca del poder divino- han dictaminado mi destino: mejor disfruto de mi puente en Barnaland. ¡Gracias por decidir por mí y no dejar que se me congele la nariz en tierras sajonas! Gracias de verdad por cuidar de mi salud - ¿mental? ¿mental? ¿mental?
Sobre todo gracias por ser tan valientes, dar la cara y explicarle a la opinión pública de una forma tan clara y razonada vuestras quejas.